La consolidación de los reinos hispánicos (siglos XI-XIII)


    A lo largo de los siglos XI y XII se van conformando los reinos cristianos de la peninsula por medio de la conquista de territorios musulmanes en un proceso con significativos avances y paralizaciones, y también algunos retrocesos.

    Es un periodo también que se destaca por la sucesiva unión y separación de los distintos reinos a través de guerras, anexiones y de las consecuencias de las políticas matrimoniales y testamentarias de los reyes, hasta llegar a mediados del siglo XII al afianzamiento de los llamados “cinco reinos” (Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón-Cataluña).

Sancho el Mayor de Navarra

    En el primer tercio del siglo XI la figura más destacada es Sancho Mayor de Navarra, que llega a ejercer un auténtico protectorado sobre los demás reinos cristianos. A la muerte de su padre, hereda el reino de Pamplona y el condado de Aragón. Por su matrimonio con Mayor, hija del conde de Castilla, gobernó este condado, lo que provocó disputas con el rey leonés Alfonso V, fundamentalmente por el dominio del territorio situado entre el Pisuerga y el Cea, en la actual provincia palentina. Sancho III el Mayor restauró en el año 1034 el obispado de Palencia.
Sancho III el Mayor

  
    También incorporó el condado de Sobrarbe-Ribagorza, por lo que su poder se extendió desde el Pirineo hasta Astorga e Intervino activamente en la política del reino de León. Se le puede considerar el primer rey europeísta pues extendió sus relaciones más allá de los Pirineos, aceptó las corrientes culturales venidas del continente, como el monacato cluniacense, y potenció el Camino de Santiago.

    Mientras tanto, en el reino de León ocupa el trono entre 1017 y 1028 Alfonso V, a quien le sucede su hijo Bermudo III.

    En la zona de los condados catalanes, a pesar de la fragmentación de su territorio, tras lograr la independencia del poder franco, se va destacando la hegemonía del condado de Barcelona (Berenguer Ramón I, 1017-1035), que impone su autoridad sobre los demás e inicia la expansión hacia el sur.

Desaparición del califato de de Córdoba y primeras taifas

    El avance de los reinos cristianos se ve favorecido por la crisis del califato de Córdoba. Tras la muerte de Almanzor en el año 1002, el califato entra en declive hasta su final desaparición en 1031, que supuso la fragmentación del territorio musulmán en más de una veintena de reinos de taifas. Esta división provocó el hostigamiento de los reinos cristianos que imponían a las taifas el pago de parias, para evitar acciones bélicas sobre su territorio o protegerlas frente a la ambición de otras taifas. Sin embargo, a pesar del declive político y militar, Al Ándalus mantuvo su esplendor cultural.

Sancho el Mayor reparte sus dominios. Origen de los reinos de Castilla y de Aragón

    A su muerte en 1035, Sancho el Mayor divide su territorio entre sus hijos. El primogénito García Sánchez recibe el reino de Pamplona; Fernando el condado de Castilla (ya lo ejercía desde 1029), que se convierte en reino; Ramiro el condado de Aragón; y Gonzalo, Sobrarbe y Ribagorza. En esta división encontramos el origen de los reinos de Castilla y de Aragón.


    Dos años más tarde, en 1037, Fernando I vence en la batalla de Tamarón a su cuñado Bermudo III de León, que muere en el combate, y se proclama Rey de León, uniendo por vez primera los reinos de León y Castilla. Al disputar Álava y las tierras castellanas fronterizas que Sancho III había legado a García Sánchez, Fernando también se enfrentó a su hermano en la batalla de Atapuerca (1054), donde el rey navarro encontró la muerte. Resueltos los problemas con sus vecinos, pudo dedicarse a la expansión hacia el sur, sometiendo varias taifas, cobrando las parias y extendiendo su territorio.

    Por su parte, al morir Gonzalo en 1045, Sobrarbe y Ribagorza pasó a su hermano Ramiro I, configurando el primitivo territorio del reino de Aragón.

Fernando I divide sus reinos

    Al morir en 1065, Fernando I cometió el mismo error que su padre y dividió el territorio entre sus hijos. El mayor, Sancho, recibió el reino de Castilla; Alfonso, el reino de León; y a García le dejó Galicia. Tras distintos enfrentamientos entre ellos, en los que tomó parte el Cid Campeador, Alfonso VI pudo unificar el territorio y proclamarse Rey de León y Castilla (1072). A partir de entonces, se esforzó por ampliar sus dominios tanto en tierras navarras
La Península Ibérica durante el reinado de Sancho III el Mayor
Autor: José Alberto Bermúdez
como, sobre todo, musulmanas, tomando en 1085 la simbólica ciudad de Toledo.

    La conquista de Toledo va a suponer el fin de las taifas, con la venida al año siguiente de los almorávides a la península, que derrotan a Alfonso VI en Sagrajas (1086), Consuegra (1097) y Uclés (1108). Los almorávides someten las taifas y convierten Al Ándalus en una provincia más de su imperio.

    Sin embargo, los reinos cristianos poco a poco van ampliando su territorio hasta fijar Sierra Morena como frontera con los musulmanes.

La independencia de Portugal

    En Castilla y León, Urraca sucedió como reina a su padre Alfonso VI, quien había cedido el condado de Portugal a otra hija, Teresa. El hijo de esta, Alfonso Enríquez, logró independizarse de Castilla y ser reconocido en 1143 como rey de Portugal por Alfonso VII. A partir de entonces, el reino de Portugal amplió su territorio hacia el sur.

    La evolución política de León y Castilla desde la muerte de Alfonso VII (1157) hasta su reunificación definitiva en 1230 se detalla en el siguiente capítulo. 
Los reinos cristianos después de 1157 Autor:José Alberto Bermúdez

La Corona de Aragón y el reino de Navarra

    Los reinos de Navarra y Aragón fueron gobernados desde 1035 por descendientes de Sancho III el Mayor y entre 1076 y 1134 estuvieron unidos, separándose de nuevo en este último año a la muerte de Alfonso I el Batallador.

    Por su parte, el matrimonio en 1137 de Petronila de Aragón y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV posibilitó la posterior unión de ambos territorios y la formación de la Corona de Aragón, cuyo primer rey fue su hijo Alfonso II.



Los almohades y las Navas de Tolosa

     A mediados del siglo XII se produce la decadencia de los almorávides y el surgimiento de nuevos reinos de taifas. La llegada de los almohades reunificó Al Ándalus e inició una ofensiva contra los cristianos, que, especialmente tras la batalla de Alarcos (1095), vieron peligrar sus conquistas. La alianza de los reyes cristianos logró frenar a los almohades en las Navas de Tolosa (1212), cuyo imperio se derrumbó.

    A partir de ese momento, el avance cristiano se aceleró y con Fernando III como rey de Castilla y León se conquista Extremadura y la actual Andalucía, tomando en 1248 la ciudad de Sevilla. Con la posterior incorporación del reino de Murcia, el territorio musulmán quedó reducido al reino de Granada, que sería conquistado por los Reyes Católicos en 1492.

     Por su parte, Jaime I de Aragón conquistó Valencia, las Islas Baleares e inició la expansión por el Mediterráneo.


CRONOLOGÍA


LOS REINOS HISPÁNICOS DURANTE LOS SIGLOS XII Y XII

 Dos Reinos: León y Castilla desde 1157 a 1230